¿Qué tiempo tienes en la música?

‍Desde que era muy pequeño he cantado. Mis abuelos me decían que interpretaba a muchos artistas. Sin embargo, no fue hasta el año 2007 que logré acercarme un poco más a ese sueño gracias a un concurso de canto que se realiza en el Teatro América y en el que obtuve el segundo lugar.

Yo tenía 17 años en ese momento, por lo que me sentí muy motivado a seguir explorando el camino de la música. Eso ha estado muy bien porque siempre fue lo que quise: sentir esa espinita adentro y comenzar a conocer la faceta de componer, de poder expresar esas letras y canalizar un poquito más las cosas que vivía en melodías y letras. Es muy fácil hacerlo.

‍¿Qué te inspira escribir tus letras?

‍Casi todas las cosas que escribo son situaciones que he vivido. Si escuchas mis canciones podrás conocer un poquito más de mí, aunque también muchas veces las adorno para que tenga un mejor final, sin dejar de tener en cuenta que todos somos muy parecidos y tenemos los mismos problemas de amor y desamor.

‍¿Eres muy enamoradizo?

‍Sí. Me gusta estar enamorado, aunque creo que me provoca un poco más escribir de desamor que de amor. Si escuchas mis canciones, notarás que casi todas hablan un poco de desamor.

Creo que los momentos felices los disfruto para mí y no los escribo, pero sin embargo, mientras haya desamor hay un dolor que se expresa a través de la música y, por lo menos yo, necesito escribirlo para sacarlo de mi pecho.

¿Quieres decir que te has enamorado muchas veces o que solo has tenido malas experiencias?

No muchas veces, pero probablemente las malas experiencias sí. El amor lo he sentido, he sentido lo que es estar enamorado. Pero creo que el desamor me persigue. Hasta el día de hoy no he olvidado a ese primer amor.

‍¿Algunas de tu canciones están en manos de algún artista en particular?

‍Una de las facilidades que tiene este país es que puedes estar más cerca de los artistas, mientras que en Cuba es difícil hasta el acceso a internet. Pero ahora, cuando escribo, lo hago con un nombre en mi mente y muchas veces me viene la voz a la cabeza.

Ahora mismo no quisiera dar ningún nombre, pero muy pronto una de las grandes noticias será que uno de esos artista interpretará mis temas. Seré muy feliz cuando eso suceda.

‍¿Qué te trajo a Miami?

‍Me trajeron mis sueños. Todo pasa aquí en Miami y creo que el estar un poquito más cerca de eso  es muy importante para mi carrera. Además, considero que el momento ha llegado, ya tengo 30 años y desde hace dos años estoy en este país.  Una de las tantas cosas maravillosas de llegar hasta aquí, además de estar con mi familia, era demostrar que puedo cantar y hacer mis canciones, que puedo luchar por lo que quiero, ser la mejor versión de mí.

Salazar tanto para ahora como para un futuro?

‍Una de las primeras cosas fue el haberme mudado a Miami. Esto fue para crecer un poco más como artista, seguir componiendo, buscando mis sueños y encontrar a personas que me puedan ayudar a lanzar mi carrera. Necesito estar más enfocado, esa es la palabra que me define y por la que trabajaré incansablemente. Tengo que jugar con todo, incluyendo la parte comercial, porque es ahí donde un artista empieza a hacerse grande y conocido.

‍Recientemente te grabé cantando junto a Amaury Gutiérrez, ¿te sentiste cómodo mientras cantaban?

‍Estaba muy nervioso porque Amaury es muy conocido, muy internacional, tanto por sus composiciones como por su cubanía. No imaginaba que eso podría suceder y menos cuando la gran mayoría de los cantantes de trova y bolero que se forjan en Cuba lo tienen a él como referente. Estar frente a Amaury cantando una de sus canciones fue increíble. Creo que hasta la letra se me olvidó.

La verdad es que fue impresionante, uno nunca sabe hasta donde puede  llegar en la vida. Yo tengo muchos amigos cantantes que dieran lo que no tienen por estar frente a Amaury y cantar una canción con él y sin embargo yo pude hacerlo en ese momento. Además de los nervios me sentí bien, incluso, en un momento lo abracé y le agradecí por el gesto. Entonces él me miró y me dijo que le sacara música a la interpretación que habíamos tenido.

También mi familia lo disfrutó profundamente: mi abuela, mi papá, fue una emoción total para todos. Lo conservo con mucho cariño y agradecimiento.

‍¿Qué mensaje quieres dejar a todos los que te siguen?

‍Que podemos hacer lo que queramos, y si a veces sentimos que el sueño está muy lejos, no hay que desistir ni desviarse. Esos principios fueron los que me trajeron junto a mi familia a Miami.